Tuesday, December 10, 2013

34ºF no es tan cálido como parece

Almuerzo inspirado en lo que había en mi refri hoy. Resultado de no querer salir a la nieve a comprar. 

Hay cambios a los que cuesta acostumbrarse cuando uno es más viej@. Conocer gente, encontrar el supermercado favorito o una buena picá, aprenderse nuevos números de teléfono, doblar a la derecha con la luz roja, aprender el camino más flojo a la pega (que no siempre es el más corto según el manual del(a) pajer@, o sea, yo [hint, el que tiene menos subidas]), no son nada comparados con asimilar los reportes del tiempo con temperaturas en Fahrenheit. En serio, no sé por qué acá todavía le dan con la cuestión de los Fahrenheit, es la escala de temperaturas más absurda del mundo! El agua hierve a 212 grados y se congela a 34, súper poco intuitivo. Siempre tengo que estar acordándome de esas cifras cuando la gente me pide que estime temperaturas en Fahrenheit. La conversión no es ni siquiera  cercana a multiplicar por un número entero e incluye una constante, así que no es tan simple como decir "bueno, es más o menos el doble" porque depende de si estamos hablando de altas temperaturas o bajas temperaturas. Pero como muchas cosas en este país de locos, he tenido que ir de a poco acostumbrándome a las millas (como decían en Sábado Gigante cuando se fueron a Miami), a las libras y a los Fahrenheit. Así es la vida.

Ahora por ejemplo, hay 35ºF y afuera hay nieve ¡35º! Mi cerebro tiende a interpretar eso como "están cayendo los patos asaos". Pero no, la realidad es que acá es Diciembre y en el hemisferio norte nieva en esta fecha, y la temperatura actualmente son 2ºC, y todo el mundo anda enfiestado con la Navidad. Raro, pero de a poco las temperaturas en Fahrenheit empiezan a cobrar sentido.

Por fin probé el famoso chaat masala y creo que nunca más lo dejaré ir!

Otro cambio que nos costó acostumbrarnos con el Matias fue empezar a llamarnos "esposo" y "esposa" mutuamente después que nos casamos. Estábamos tan cómodos con la palabra "pololos", que se sentía raro decir "hola, este es mi esposo"… y "marido", uf, que palabra tan fea, era como una palabra que estaba prohibida incluirla en el vocabulario si tenías menos de 50 años. Pero de a poco se fue haciendo más y más natural. Tanto que hoy a los dos se nos olvidó que era nuestro aniversario… así que para compensar, y para celebrar que nos quedamos en casita porque afuera hacían 35ºF y estaba nevando, hice un almuerzo de día de semana un poco más especial. Un pimpilimpaucha andino-ítalo-indio resultado de lo que tenía en el refri y en la despensa, más un aliño indio que me regaló otro cocinero aficionado de la Carnegie (me encanta esto de conocer más cocineros científicos). Acompañado de un buen vino que nos trajimos de Napa, la celebración resultó mejor que si la hubiésemos planeado.

Pesto de espinacas. Con una juguera uno puede hacer pesto de cualquier cosa.

Los dejo con estas recetas de hoy, antes de que comience el preludio a un coma diabético con tantas cosas dulces que se suelen preparar para navidad… se vendrán aquellas recetas muy pronto, por ahora los dejo con un par de links a las recetas navideñas del año pasado:



Hamburguesas de Quínoa
para unas 5-6 hamburguesas

1/2 taza de quínoa
1 taza de caldo de verduras (+ un poco más por si acaso)
1 papa mediana
1/4 taza de cebolla picada fina
1 puñado de cilantro picado
1 cdta. de chaat masala (esta es una especia india, se puede reemplazar por cualquier aliño que más les guste: garam masala, comino, ajo, ají de color, cúrcuma, depende de qué sabor le quieren dar a las hamburguesas. El chaat masala es medio ácido, salado y picante a la vez.)
1/2 taza de migas de pan
1 huevo
sal y pimienta a gusto
Aceite para freír

En una olla mezclar la quínoa con el caldo y llevar a hervir tapado por 15 minutos o hasta que la quínoa esté cocida. Puede que sea necesario agregar más caldo entre medio, la cosa es que no se queme la quínoa. Dejar enfriar.

Cortar la papa por la mitad a lo largo, poner sobre papel mantequilla o parchment paper, con la piel hacia arriba. Pinchar con un tenedor varias veces y llevar a cocinar al microondas por unos 4-5 minutos. Sacarle la piel, y en un bowl, aplastar con un pisa papas.

Agregarle a la papa: la quínoa, la cebolla, cilantro, el chaat masala, 1/4 taza de migas de pan, el huevo batido, sal y pimienta, y revolver con las manos, hasta formar una mezcla más bien seca. Dividir en 5 o 6 porciones e ir dándoles la forma a las patties. Apanar y reservar en una bandeja forrada con papel mantequilla o un silpat.

Calentar un sartén con abundante aceite (no es como pa freír sopaipillas, sino como pa freír un huevo), y cocinar unos 4-5 minutos por lado, que queden bien doradas. Acompañar con una salsa fresca, o con yoghurt.

Hasta que convencí al Matias que la quínoa era rica


Ensalada tibia de pasta con pesto de espinaca

para 4 personas

Para el pesto:
3 tazas más o menos de espinacas baby (es como la cantidad necesaria para llenar el jarro de la juguera sin aplastar las hojas)
1/3 taza de nueces picadas
1 taza de queso parmesano rallado
2/3 tazas de aceite de oliva
1 diente de ajo grande (o al gusto)
un chorro de agua
sal si es que le falta, pero con tanto queso no creo que le falte.

Además:
300 gr de pasta seca del tipo que más les guste, pero no de los fideos largos, sino de los cortos, como espirales (como para 4 personas)
1/3 taza de aceitunas kalamata sin carozo y cortadas en rodajas gruesas
6 tomates secos en aceite picados en trozos gruesos

Preparamos el pesto echando todos los ingredientes en la juguera, menos el agua. Partir por la velocidad más baja, e ir aumentado a medida que todo se va mezclando y picando. Si es necesario, agregar un chorro de agua para ayudar a la licuadora. Probar el aliño y agregar sal si es necesario. Reservar.

Cocinar la pasta en abudante agua con sal hasta que esté al dente. Rápidamente retirar del fuego y escurrir en un colador. Transferir a un bowl y echarle encima el pesto. Revolver bien para que la pasta no se pegue entre ella. Encima echarle las aceitunas y los tomates, y revolver bien. Servir y disfrutar! Se puede comer fría también.

Magias hechas en la juguera






3 comments:

  1. Qué rica receta y feliz aniversario. Acá en Chile si están cayendo los patos asados, aunque hoy 11-12 está abochornado y es un regalo.

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  2. Super choro tu menú de aniversario, nosotros lo celebramos este domingo y tengo la misión de Hacer la reserva, por lo tanto no puedo olvidarme.
    Adoro las hamburguesas de quinoa, bueno, de todo lo que sea vegetal.
    Se ve todo super rico, besitos!

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  3. Qué bien que te salió este menú de aniversario improvisado, bueno, no te quejes tanto con las adaptaciones, agradece que no tienes que manejar en Londres!!! creo que yo moriría, he tenido que adaptarme a muchos países a través de mi vida y sin duda el tema de los grados Farenheit es algo que mi pequeño cerebro se niega a aceptar. Felicidades por ese aniversario en pleno invierno! Besos para los dos

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