Tuesday, November 27, 2012

El Santo Grial: Jalea de membrillo

La jalea de membrillo siempre ha sido una de las "ultimate questions" para mi, igual que el dulce de alcayota. Me hablan de que a mi "agüelita" le quedaban bakán, de que es la tremenda japa hacer ambos, que ya no se encuentra como antes y cada vez que uno encuentra alguno en alguna feria artesanal, sale mi papá o mamá diciendo "pero no es como el de la Lucy".

No quedó transparente, pero igual la comimos porque la guata no tiene ojos

La Lucy no era muy buena para la repostería, pero al parecer le pegaba a esto de hacer dulces y de cuestiones trabajosas que tomaban tiempo y paciencia, así que reproducir sus resultados sería como encontrar el origen del universo, la materia oscura, o más cercano a mí, un planeta con vida alrededor de una estrella como el Sol. Pero así como el origen del universo, la materia oscura, y el gemelo de la Tierra, nunca nadie los ha visto, no sabemos qué hay, y sólo tenemos una idea vaga, a veces, de cómo llegar ahí. Yo no recuerdo haber probado ni la jalea de membrillos de la Lucy, ni su dulce de alcayota, así que cada vez que mi papá me pica el orgullo y me propone el desafío, sólo tengo que confiar en como él y mi mamá me lo describen, y que siguiendo con la analogía de la astronomía, es como lo mismo que mirar la luz de las estrellas y sólo a partir de eso, ser capaces de deducir algo de información con respecto al problema que queremos resolver. Eso, más algo de investigación que uno hace en la web de lo que otros han hecho, ya sean recetas de comida, o papers de astronomía que describen investigaciones pasadas, logro llegar a algo remotamente parecido pero siempre a años luz de la meta.

Más encima, como me vine a DC, ahora ni siquiera tengo a mis testers estrella para que prueben mis intentos de encontrar el Santo Grial del dulce. Ahora ellos sólo pueden hacer juicio de mis resultados usando la vista no más, y confiando en cómo yo les describo el sabor y la textura. Acá podemos seguir haciendo la analogía a mi trabajo, que serían los referees de los papers que uno manda a publicar, y luego los mismos colegas que leen tu trabajo. Siempre es bueno tener críticas porque te motivan a seguir con la investigación cuando los resultados no son los óptimos. Lo mejor es cuando alguien usa tus resultados, o tu receta, y te cuenta cómo les salió, si les sirvió de algo, qué cosas fallaron, cómo ellos lo mejoraron, etc. Sólo así me siento un poco más satisfecha (aunque nunca del todo), y entonces uno vuelve a hacer la receta, o vuelve a analizar los datos para ver si en algo se pueden mejorar los resultados.

En busca del Santo Grial de la Jalea de Membrillo, el otro día que compré membrillos, guardé dos para probar a ver si resulta. Una porque mi papá me comentó, y dos, porque en el Wholefoods encontré, en efecto, jalea de membrillos en unos frasquitos en el lado de los quesos! Obviamente pensé "ah no, es que yo tengo que ser capaz de hacer algo que se vende y me tiene que quedar mejor!". Me guié por esta receta, aunque le tuve que ir agregando agua a los membrillos cuando se estaban cocinando porque si no se me iban a quemar (y me imagino que más de alguien además de yo ha tenido experiencias quemando ollas porque se evaporó toda el agua de alguna preparación). Además la receta decía que no había que emocionarse apretando los membrillos para sacarles el jugo porque entonces la jalea no iba a quedar transparente. Como era mi primera vez haciendo esto y en verdad me importaba un pepino si la cuestión quedaba crystal clear  (yo sólo quería ver si podía llegar a algo que pareciera jalea) lo apreté no más con una espátula hasta que me dió puntada. Si alguien no es impaciente y prueba dejando el membrillo estilar toda la noche, que me diga si les funcionó!

Es idea mía o este color es un poco erótico? quizás por eso el membrillo me gusta tanto, jaja

Bueno, without further ado, los dejo con mi versión de la jalea de membrillos

Jalea de membrillos:
para 1 frasco de mermelada de los medianos

2 membrillos (1/2 kg)
Agua
1 panty-media
Azúcar (como 230 gr)

Se lavan y se parten los membrillos en trozos grandes. No hay que pelarlos ni sacarles las pepas, que son las partes que tienen más pectina, que es lo que convertirá la jalea en jalea. Se ponen a cocer en una olla gruesa con suficiente agua para que queden tapados, a fuego alto hasta que hiervan. Luego se baja el fuego y se dejan ahí por 1 hora más o menos, o hasta que se vean rosaditos y estén cocidos (blandos). Puede que haya que ir agregando un poco de agua para que no se queme el jugo que desprendan los membrillos.

Cuando estén listos, pasamos todo por una malla bien fina. Yo usé una panty que tenía nueva. Metí el membrillo molido ahí y lo puse a estilar sobre un colador en un bowl. Va a salir una especie de baba. Acá es quizás donde la vendí, porque luego de un par de horas no me aguanté más y me puse a apretar no más hasta que ya no podía sacar más de la baba que salía de la panty. En la receta original recomiendan dejarlo estilando toooooda la nooooche y al final apretar sólo un poquito.

Lo ponemos en una olla y le agregamos el azúcar. A mi me salieron como 400 ml de jugo baboso. Según la receta debería haber usado 280 gr de azúcar, pero encontré que era mucho así que le eché 230 no más. Se pone todo a hervir por unos 15 a 20 minutos, hasta que quede con la consistencia deseada. Acá hay que ir probando poniendo una cucharadita la cuestión en un platito en el freezer unos minutos para ver como queda frío. A mi me quedó como una textura de miel gomosa. En la receta original se ve más como jalea, entonces no sé, quizás lo dejé caramelizarse mucho rato? quizás no debería haber agregado tanta agua a la preparación mientras se cocía?

Heeeeeeey sexy lady! Op-op-op-op

Al final, quedó rico. No será el de la Lucy, pero tampoco vamos a decir que no lo vamos a comer. Está bueno pa echarle al pan, encima de algún quesito, acompañado de algún vinito.... mmmm! 




Thursday, November 22, 2012

Thanksgiving con brunch

Muchas veces me pasa en la pega que alguien me hace una pregunta en que no sé la respuesta, o estamos en alguna presentación de alguien y a ellos le hacen preguntas que nadie sabe contestar. Entonces uno se queda con la bala pasá, como decimos en Chile, y no puedes seguir haciendo lo que se supone que deberías hacer hasta que encuentras la solución o la respuesta a la pregunta. Lo bueno es que de ahí a uno nunca más se le olvidan esas cosas, o por último puedes retomar el día más tranquila/o.

Así da gusto empezar Thanksgiving!

Lo mismo pasa en la cocina. A veces uno prueba cosas en algún restaurant que son tan buenas, que hay que llegar a puro Googlear como se hacen. Otras veces pruebo recetas que no resultan a la primera . Y entonces hay que volver a hacerlas y no me quedo tranquila hasta que funcionan (léase macarons!! argh!). Otras, veo alguna cosa que se ve rica en un libro o en la tele y me obsesiono hasta que la hago y la pruebo, y ahí existe el riesgo de caer en la categoría previa.

Hace como dos semanas encontré membrillos en el súper, que son una de mis frutas de otoño preferidas. En otoño las frutas son bien fomes en general: manzanas, peras, naranjas... buh. Pero los membrillos cocidos... OMG, que son bueenos, y cocidos tienen ese color medio rosado que te invita a hincarles el diente. Bueno, en Chile siempre los preparaba, sobre todo porque siempre uno tiene algún conocido/a que tiene un árbol y le convida, y si no, en el súper no son caros durante su estación. Acá en cambio, son como un lujo parece y cuesta encontrarlos, así que cuando los vi en el súper no la pensé dos veces y compré cuatro. Se me ocurrió prepararlos siguiendo al pie de la letra la receta de David Lebovitz, pero le eché una lima en vez de un limón (porque no tenía limones). Después de pelarlos y descarozarlos, y de 1 hora de cocerlos se veían perfectos... hasta que los probé. Sabían a natre las hu...ás! Pucha que me dio rabia! todo ese trabajo para regalarle los membrillos al chanchito del waste disposal! Súper amargos, lo peor era que olían la raja, pero sabían a rayos... Yo le echo la culpa a la lima, o no sé, pero la cosa es que TUVE que ir a comprar más membrillos y prepararlos de nuevo. Esta vez los hice como los hago siempre no más, siguiendo las proporciones de DL de agua y azúcar, con miel, pero en vez de vainilla y limón, con un clavo de olor y un poquito de canela, y ahí si que sí po! los membrillos tal cual los comía en Chile. Sorry David Lebovitz pero voy a vetar tu receta por ahora.


Esos colores dan ganas de ir a plantar un árbol de membrillo en el patio

Hoy es Thanksgiving y se me ocurrió hacer un brunch para poder saltarnos el almuerzo y llegar muertos de hambre donde la Ann que nos invitó a la cena que hace en su casa en este día. Decidí hacer los huevos florentinos del libro de Smitten Kitchen, que se ven pecadores y me obsesioné con ellos desde que los vi. Para comerlos se necesitaban unos English Muffins así que hice los de la otra vez, pero esta vez quedaron mejor. Lo que cambié fue que en vez de dejarlos leudar a temperatura ambiente, los metí al refri antes de acostarme, y hoy en la mañana los saqué 1 hora antes de tirarlos al griddle. Quedaron perfectos! 

Para acompañar lo salado, nos comimos los famosos membrillos con yogurt griego mezclado con jugo de limón, y reduje un poco del jugo a una especie de almíbar. OMG... me dio hambre de nuevo y eso que quedamos con la guata estirá después del medio desayuno.

Acá están las recetas ganadoras. En el caso de los huevos, las proporciones de los ingredientes las hice al ojímetro no más, así que les doy aproximado a como lo hice yo, no textual del libro. Además no hice la salsa hollandaise porque iba a ser todo demasiado cerdo (y hace poco vimos Monty Python's The Meaning of Life, donde sale un sketch que nos quitó las ganas de comer como cerdos... hasta hoy...)


Membrillos cocidos
Adaptado de David Lebovitz

4 membrillos
3 1/2 tazas de agua
1/4 taza de miel
1/2 taza de azúcar
1 pizca de canela en polvo
1 clavo de olor

Se pone a calentar el agua con la miel, el azúcar y las especias. Con cuidado, pelamos los membrillos por mientras. Los cortamos en 4 y le sacamos el corazón. Echamos los membrillos al agua tibia y dejamos que suelten el hervor suavemente. Cortamos una redondela de papel mantequilla del porte de la olla y le hacemos un un hoyo al centro. Ponemos este papel encima de los membrillos y los dejamos hervir suavemente (para que no se desarmen) por 1, incluso 2 horas hasta que estén blanditos y de color medio rosado. Se guardan en un frasco para conservas.


Eggs, greens and hollandaise (minus the hollandaise)
Adaptado de Smitten Kitchen

1 cda. de mantequilla
1 paquete de espinacas (creo que son como 300 gr?, pero era como una de las bolsas ziploc grandes llena de hojas) lavadas y sin los tallos gruesos
1/4 de una cebolla morada cortada en brunoise
1 diente de ajo molido
1 cda. de crema líquida
1 pizca de nuez moscada
sal
pimienta
2 huevos

Se ponen las espinacas a cocer en una olla tapada a fuego medio por unos 3 minutos, hasta que se pongan oscuras y lacias, y su volumen se reduzca a su más mínima expresión. Se estilan un poco y se reservan. 

Precalentar el horno a 190ºC o 375ºF.

En un sartén derretir la mantequilla a fuego lento, se agrega el ajo y la cebolla, y se cuece unos minutos, hasta que la cebolla esté transparente. Se le agregan las espinacas y se cuece un poco más, para que salga líquido. Se le agrega la crema y se deja unos 3 minutos más. Se condimenta con nuez moscada, sal y pimienta a gusto.

Enmantequillar 2 ramequines chicos. Repartir la mezcla de espinacas entre los dos. Abrir un huevo sobre cada ramekin, con cuidado que no se rompan las yemas. Se lleva al horno por 10-15 minutos hasta que la clara esté blanca, pero cuidando que la yema siga líquida.

Decorar con ciboulette y se sirve con trozos de english muffins.


Espinacas de desayuno. Popeye would be proud.



Moving and tagliatelle

El Jueves pasado llegaron nuestras cosas a Charlottesville. Tuvimos que arrendar un camioncito de U-Haul para acarrear nuestras cajas hasta DC. El camión estaba esperándonos en una bomba bencinera de mala muerte a la salida de CV, atendida por un viejujo que apenas sabía leer. En serio, entre su acento sureño y que después nos pidiera deletrear "gmail.com" nos preguntábamos en qué lío nos estábamos metiendo. Felizmente, salvo por tener que deletrear todo lo que le decíamos al pobre señor, el resto resultó bien. Los tipos que echaron nuestras cajas al camioncito no se demoraron nada y se tiraban literalmente los muebles entre el camión grande y el U-Haul. Estoy hablando de muebles que pesan más que yo. Lo único que gritaban entre cajas era "heavy" o "medium"  para el que lo recibía supiera lo que se venía.

Con vino chileno, porque es muy re güeeeeeno

Lo otro que nos dimos cuenta era que los gringos no saben leer números como los escribimos en el resto del mundo que usa números árabes. El otro día filosofábamos sobre eso con el Matias... acá el 1 lo escriben como un palo solo, y el 7 lo escriben sin el palito atravesado (o sea, ellos escriben como teclado). Ambos grupos que nos ayudaron a cargar y descargar nos tenían que ir diciendo qué número de caja estaban moviendo, y tanto los gallos de la moving company en CV como los locos que nos ayudaron a subir nuestras cosas al depto. nos preguntaban que número era cuando había un 1 o un 7, hasta que luego de un par de cajas aprendían cuál era cual. Mi conclusión de esta diferencia es que los gringos son cómodos y por lo tanto ahorrarse dibujar un palito en un número está grabado en su subconsciente.

El depto estuvo hecho un desastre hasta hace como 2 día atrás. Yo me dediqué a ordenar la cocina... y a poco andar me di cuenta que los muebles que habían en la cocina no iban a ser suficientes para guardar todos los gadgets que he ido acumulando con los años. Tuvimos que partir a comprar algún tipo de estante. Encontramos uno bien grande, y pensamos "de máaaaas po". Resultado: no caben más cosas. Oh well! tendré que idear alguna forma de hacer espacio y poder comprarme el accesorio para hacer helados de la Kitchen Aid. 

Luego de dos días de llenar el basurero de recycling de cajas y papeles, y de comer pizzas malas compradas mientras la cocina estaba en calidad de "inutilizable", logré dejar esta última en completo funcionamiento. Como test drive, decidí hacer unos tallarines from scratch, porque me encanta y me relaja hacer masas (hay algo mágico en pescar un montón de harina, juntarlo con algo líquido y formar quién sabe qué... the sky is the limit!), con unas callampas porcini que encontramos en el Wholefoods el otro día. Más que mal, no podíamos seguir comiendo pizzas malas y había que usar las verduras que tengo en el refri antes que se pudrieran.


Menos mal que no tuvimos que seguir comiendo comida rápida más mala q la shiushia


Tagliatelle con Porcini
para 2 personas con repetición

Masa:
100 gr de harina
100 gr de semolina (en Chile la que dice "Nutrina" es más fina y mejor para hacer esta masa)
2 huevos
1 chorro de aceite de oliva

En un bowl se juntan las dos harinas. Se hace un volcán al centro y se echan los huevos y el aceite. Se revuelve al centro con cuchara de palo y se va incorporando la harina de los costados de a poco. Cuando se empiece a formar la masa, se sigue trabajando con las manos sobre la mesada levemente enharinada y se amasa como lo hacen los gatos por unos 5 minutos. Se espolvorea más harina si es que la masa lo pide, pero debe quedar blanda y más tirando para húmeda. Se forma una bola aplanada y se deja descansar en el refri envuelta en alusa por 1/2 hora por lo menos. 

Pasada la media hora, se saca la masa del refri, se parte en 2 y cada pieza se aplana. Envolvemos una de las mitades que no estemos usando, la otra la pasamos por la máquina para pastas, en el número más bajo (el 1). Estirar usando el 1 un par de veces, doblando por la mitad entre cada vez, cosa que la masa se vaya alargando más que ensanchando. Luego empezamos a achicar la abertura, yendo al 2, estirando, yendo al 4, estirando... etc. hasta llegar al 7 u 8, dependiendo de qué tan fino quieran los tallarines. Es posible que haya que ir enharinando levemente la masa si es que se empieza a pegar en la máquina o en las manos. Cuando estemos contentos con el ancho de la masa, la pasamos por el lado de la máquina que hace los tallarines  (o se enharina, se dobla en 3 o 4 y se corta con un cuchillo). Hay que enharinar la masa antes de pasarla por el cortador. Una vez hechos los tallarines, se enrollan como nidos y se dejan en una bandeja espolvoreada con semolina.

Quién se imaginaría que uno puede hacer algo awesome con un montón de huevos y un poco de harina

Salsa:
1/2 cebolla morada picada en brunoise (cubitos)
1 diente de ajo picado o molido
1 cda de mantequilla
1 chorro de aceite de oliva
1 puñado de porcini secos (se puede reemplazar por cualquier otra callampa seca que se tenga a mano, pero los porcini tienen ese sabor terroso e incluso como a carne que encuentro son más llenadores para un plato vegetariano)
1/4 taza de crema líquida
sal
pimienta

Poner a remojar las callampas en agua caliente por unos 15 minutos. Escurrir y reservar un poco del líquido.


Mientras hacemos esta salsa, se calienta harta agua en una olla grande con abundante sal, hasta que hierva.

En un sartén, a fuego bajo, derretir la mantequilla con un chorro de aceite de oliva (para que no se queme la mante). Agregar el ajo y dejar que se perfume la mantequilla unos segundos, luego agregar la cebolla. Dejar que se cocine hasta que esté transparente. Agregar los porcini y cocinar unos 5 minutos más. Si se ven que se están secando, agregar del agua de remojo. Finalmente agregar la crema. Condimentar con sal y pimienta.

Armado del plato:
Salsa
Fideos
Queso parmesano rallado
Aceite de trufas (opcional)

Unos 5 minutos antes que esté lista la salsa, tiramos los tallarines al agua hirviendo y se dejan ahí unos 4 o 5 minutos, hasta que se vean flotando y "resbalosos". Se sacan con tenazas, y se mezclan con la salsa caliente en la sartén de la salsa. si se ve muy seco, se le echan unos cucharones de agua de cocción de los fideos.

Se sirve en los platos con una tenaza, se le tiran unas gotas de aceite de trufa y se espolvorea con queso rallado.

En la salsa con porcinis no se echa de menos la carne...







Friday, November 16, 2012

Schwarzwälder Kirschtorte o la torta Schwarzenegger

El Martes estuvo de cumpleaños el Matias, y como no le gusta el manjar, me pidió que le hiciera una torta de Selva Negra. Como siempre, me puse a hacer research sobre el tema (más que mal, investigación es con lo que me gano el pan, o en este caso, la torta, así está inserto en mi chip). El Matias vivió casi toda su infancia en Alemania, así que cuando él me pide que le haga algo alemanote me tengo que esforzar para encontrar las recetas originales, incluso buscarlas en alemán si es necesario. En este caso, encontré varias recetas en inglés, y por lo que leí de un par de recetas alemanas, eran bien parecidas las dos versiones. La Selva Negra, o Black Forest, o Schwarzwälder Kirschtorte, es escencialmente un bizcocho tipo genoise de chocolate amargo, remojado en Kirschwasser, o brandy de guindas, relleno de guindas ácidas o de tipo Morello y crema chantilly, y TIENE que ir decorado con virutas de chocolate amargo, crema y guindas.

Torta en llamas!!!!! nos estamos poniendo viejos!

En general, la Selva Negra comprada siempre sabe a rayos porque 1) está seca como escupo de momia, 2) usan de esas marrasquinos fosforescentes, que quizás cuánto colorante les echan.. y don't even get me started en la escencia de almendras que les da ese sabor tan característico a algo radiactivo y 3) el relleno nunca es fruta fresca! a veces incluso usan otra fruta como frutillas o frambuesas.

De partida descarté todas las recetas que tenían bizcocho de esos que se hacen empezando por batir mantequilla con azúcar. El genoise se hace calentando huevos con azúcar, para que se disuelva esta última y se "afirmen" los lazos en la proteína del huevo. Luego esta mezcla se bate hasta que triplica su volumen, y entonces se le agrega la harina con el chocolate con movimientos envolventes, evitando desinflar la preparación. Algunas recetas le agregan mantequilla como paso siguiente, para realzar los sabores. Otras recetas la omiten.

Para el relleno, que son básicamente las guindas con crema, encontre varias opciones también. Algunas usaban cerezas frescas remojadas en Kirschwasser, otras las cocían y guardaban el syrup después para el remojo, otras dejaban las guindas macerando, otras usaban guindas de frasco, otros hacían una cosa parecida al pie filling ese que venden acá para echarle encima a los cheesecakes, etc. Yo me decidí por lo más simple : guindas enteras remojadas una noche entera en Kirschwasser. Nada de andar cociendo, ni macerando, ni picando. Además fueron las únicas guindas que encontré (congeladas), por lo que la opción de guindas de frasco quedó descartada. Tuve que hacer un cambio a la receta original que fue usar guindas dulces por guindas ácidas porque fue imposible encontrar en los súper a los que fuimos. Pero bueh... no es que la torta iba a quedar incomible tampoco.... 

Para remojar el bizcocho, elegí también lo más simple que era usar el brandy en el que se habían remojado las guindas en vez de hacer un almíbar y agregarle el brandy y adasasdasd.... 


Era pelúo eso de espolvorearle chocolate por los lados...

El resultado: güeno. Quedó bastante húmeda, con harta fruta, fresquita y liviana, con harto sabor a chocolate y con el kick característico del tshrago, sin tener más sabor a copete que a postre. El problema es cortarla, porque como le puse las guindas enteras, y el bizcocho es tan suave, cada vez que intentaba sacar un pedazo perfecto para fotografiarlo, se venia abajo entero desarmado, y me daban ganas de gritar "GAAAARGHHHHHHHHH" como Arnold Schwarzenegger en todas sus películas, y como es una receta alemanota (aunque Arnold es austríaco, pero close enough), le puse la torta Schwarzenegger. A la loca de Love and olive oil le pasó lo mismo, aunque para ella esto fue un deal breaker, a mi me pareció una torta definitivamente repetible.

GAAAARGHHHARGHHHHHHHH!!!!!!!!!! 

Las fotos de la torta por dentro no salieron lindis, pero creo que es ad-hoc con una torta masculina, llena de testosterona, no linda, cuando cortas un pedazo se desarma entera (es decir, no me hace caso). En fin, una torta para machos, como mi querido esposo. Lo mejor es que a él le gustó mucho, y complacerlo con cosas dulces es difícil. Hasta me pidió secondsies!

Schwarzwälder Kirschtorte
para una torta de 8" o 20 cm de diámetro

Relleno de guindas
Adaptado de Love and olive oil

600 gr de guindas frescas (o congeladas), preferentemente guindas ácidas, pero las otras también sirven, sin carozo
3/4 taza de kirschwasser

La noche anterior de rellenar, se mezcla la fruta con el brandy en un un bowl. Se cubre con alusa y se deja tranquilein en el refri.


Bizcocho (Genoise)
adaptada de Joy of baking

4 cdas. mantequilla (con sal) derretida caliente
6 huevos
1 taza de azúcar
3/4 taza de harina de pastelería
1/2 taza de chocolate amargo en polvo
1 cdta. de extracto de vainilla

Precalentar el horno a 180ºC o 350ºF. Forrar el fondo de 2 moldes de 8" o 20 cm con papel mantequilla o parchment paper y enmantequillar por todos lados, incluso el papel.

En un bowl chico, cernir la harina con el chocolate amargo.

En un bowl que se pueda calentar, poner a bañomaría los huevos con el azúcar. Batir con batidor de globo hasta que el azúcar se haya disuelto y la mezcla tenga una temperatura caliente pero que no queme si dejamos los dedos ahí unos segundos. Sacar la mezcla del fuego y batir con batidora a velocidad máxima hasta que la mezcla triplique el volumen, como 5-6 minutos. La masa debe quedar tal que si levantamos los batidores, ésta cae en forma de cinta. Agregar la vainilla.

Agregar la harina al bowl de los huevos en 3 partes usando el colador, y mezclar con movimientos envolventes. Una vez integrada la harina, sacar un par de cucharadas de esta masa y agregar a la mantequilla, para igualar densidades. Añadir la mezcla con mantequilla al resto de los huevos y mezclar con movimientos envolventes.

Repartir entre los dos moldes y llevar al horno por unos 20-25 minutos, o hasta que un palito inserto al centro salga limpio. Dejar enfriar en una rejilla y desmoldar al momento de rellenar la torta.


Crema chantilly

3 tazas de crema para batir
3 cdas. de azúcar
1 cdta. vainilla

Se pone el bowl y los batidores en el congelador un rato para que estén helados. Se bate la crema con la vainilla a toda raj velocidad hasta que se vea más espesa, entonces se espolvorea encima el azúcar y se sigue batiendo hasta que esté de consistencia más dura (para decorar).


Virutas de Chocolate

1 barra de chocolate amargo de buena calidad
1 cuchillo afilado

Sobre un trozo de papel mantequilla y con cuidado, con el cuchillo se "afeita" el costado largo de la barra de chocolate. No hay que tocar las virutas con las manos porque se derriten con el calor corporal. Con la misma hojita de papel, se transfieren a un bowl y se dejan en el refri al momento de decorar.

Por lo menos los trozos quedaron con un "buen lejos"

Armado de la torta

Escurrir las guindas y reservar el líquido. Guardar unas 6 guindas para decorar.
Partir los bizcochos por la mitad. 

En un plato giratorio (o encima de uno de los moldes que se usaron para hornear los bizcochos, dado vuelta) poner un disco de cartón corrugado forrado (para que sea más fácil mover la torta al plato de presentación). Es importante cambiar de plato en este caso, porque después de regar la torta con las virutas de chocolate queda "la crema" (en realidad chocolate) en el plato que se estaba usando. 

Sobre el disco, poner una mitad de bizcocho, mojar con 1/4 del líquido de las guindas. Cubrir con abundante crema chantilly. Esparcir 1/3 de las guindas sobre la crema. Cubrir con la otra mitad del bizcocho y repetir. Poner la mitad de arriba del segundo bizcocho boca abajo, mojar, cubrir con crema, fruta y terminar con el poto del bizcocho, porque es más liso. Remojar con líquido. Cubrir la torta con crema chantilly, no es necesario que quede SUUUPER prolijo porque luego se espolvorea entera, incluso los costados con las virutas de chocolate (acá es donde uno deja todo lleno de chocolate).

Transferir la torta con la ayuda de algunas espátulas al plato de presentación. Decorar con una manga y las guindas que se guardaron.

Al cortar, se debe gritar como Arnold.


Monday, November 12, 2012

El Manjar de la Señora Cándida

Primero que todo: Acabo de ir al book signing de Deb de Smitten Kitchen y debo decir que el libro está muuuuy pulento. Tiene ene ideas super buenas, y muuuuchos tips! lo mejor es que tiene una sección entera de platos vegetarianos, muy importante para mí que tengo a uno en la casa. Deb es muy buena onda, muy chistosa, contestó cada una de las mil preguntas que le hicieron, se tomó el tiempo de conversar con cada uno de los que estábamos esperando a que nos firmara el libro e incluso, dejó que el Matias nos tomara una foto juntas! si antes me gustaba su blog, ahora me gusta más!


Güena onda Deb de Smitten Kitchen


Ahora, al post. El otro día compramos con el Matias una leche que se supone que no está pasteurizada a altas temperaturas ni homogeneizada y con todo su contenido graso. Pensé que iba a ser mejor para el café de la mañana. Cuando la abrimos ayer para echarle al café nos encontramos con una capa de 2 cm de crema en la superficie. La leche no sabía mal, pero algo en mi conciencia me decía que echarle eso al café iba a acortarnos la esperanza de vida en por lo menos 10 años. 

Este mes había que hacer conservas y/o cosas para regalar en el desafío del BRBC, así que nos hice un favor (o en realidad no, porque lo vamos a comer igual, jajaja) y decidí usar esa leche para hacer manjar blanco. He estado leyendo que el manjar blanco debería quedar blanco. También he visto varias recetas que le echan vainilla. Para mi el manjar blanco es el saborizado con canela y de color café con leche, como el que venden en Algarrobito, IV Región. Cuando éramos chicos íbamos a visitar una señora en Algarrobito, a la que mis papás ayudaban con mercadería cada mes, ya que era madre soltera y trabajaba batiendo manjar para una fábrica de papayas y dulces de la zona, por lo que no ganaba mucho. Eventualmente logró salir adelante y pudo comprarse su propia casa en el pueblo. En una de las últimas visitas que le hicimos, a la señora Cándida se le ocurrió invitarnos a tomar once en su casa. Puso un frasco entero de manjar en la mesa, y menos de 1 hora lo habíamos bajado entero con mis hermanos.

Manjar con galletas de vino, versión gringa

Ahora que he hecho manjar ya un par de veces me pregunto como lo hacía la sra. Cándida que le tocaba revolver no una olla de casa sino un fondo de manjar...  sobre todo que me acuerdo que ella era una mujer chiquitita y delgadita... debe haber tenido los medios bíceps.

A los que no tenemos musculatura desarrollada les digo que no se desesperen porque hay un truquito para no estar revolviendo todo el rato. Antiguamente, las viejas, como la Lucy (mi abuela paterna), le echaban bolitas de piedra a la leche mientras hervía para que no se pegara en el fondo. Hoy en día, a falta de bolitas (los cabros ahora si no sale en la X-box o si no hay una app de jugar a las bolitas no juegan...), bueno es un platito de postre (uno que aguante las temperaturas), que se pone boca abajo en el fondo de la olla. Eso sí, cuando el manjar empiece a tomar color y textura, hay que sacar el platito y ponerse a revolver no más, pero tampoco es para tanto... o sea, mejor batir 10 minutos que 1 hora, no?


Si no quiere terminar con un brazo como Popeye, ponga un platito en el fondo (o una bolita de piedra)

El manjar quedó rico, con sabor a manjar... pero la canela acá no tiene el mismo sabor que la chilena. Esta canela sabe a cinnamon rolls, valga la redundacia, así que canela chilena estará en mi lista de encargos desde Chile. Los dejo con la receta del manjar a mi pinta inspirado en el de la sra. Cándida y en otros blogs que vi en la web.


El manjar de la Sra. Cándida (o por lo menos una aproximación)
para 1 1/2 tazas aprox.

1 litro de leche
2 tazas de azúcar
1 palito de canela

Se pone a hervir la leche con el azúcar y la canela full whack como dice Jamie Oliver, o a toda nalga como decimos en Chile. Poner un platito de postre invertido en el fondo. Cuidar que no se suba la leche, ahí le podemos bajar un poco, pero tratar de que hierva a la mayor temperatura posible. Cuando empiece a tomar color, retirar el platito de postre, y revolver con cuchara de palo hasta que espese y tome la textura deseada. Ojo que cuando está caliente sigue más o menos aguado, como budín o salsa blanca, y agarrará la textura del manjar que conocemos cuando se enfríe. Transferir a jarros (esterilizados si vamos a guardarlos por harto tiempo), cerrar, y dejar enfríar.


No sé cómo la sra. Cándida era tan flaquita si tenía que revolver FONDOS de manjar todos los días... (yo siempre le meto el dedo a todo lo que hago para "probar")




Saturday, November 10, 2012

Un queque más healthy

Ayer me tocó dar una charla sobre mi trabajo al resto de los científicos. Estaba un poco nerviosa, pero no tanto como para el examen de grado. Al final salió decente y las preguntas de mis colegas fueron súper buenas. Es choro que preguntan cosas que a una no se le hubiesen ocurrido, sólo por el hecho de estar metida dentro de mi propio mundo. Los otros astrónomos que investigan sobre otras cosas me abren la mente con respecto a mi trabajo. Lo mejor es que parte de mi trabajo le va a servir a un par de otros postdocs que llegaron pidiendo ayuda después que terminé mi charla. Como decía alguien el otro día acá, el 90% del tiempo en que hago investigación no tengo idea de lo que estoy haciendo, así que es bueno de vez en cuando sentirse experta en algo el otro 10% del tiempo. 


Un queque con omega 3! whaddaya know! mejor que aceite de pescado.

Creo que es lo mismo en la cocina. Cuando estoy inventando algún almuerzo o postre, la mayoría del tiempo no sé cómo va a salir, así que es reconfortante de vez en cuando ponerse a hacer una receta ultra dominada sabiendo que el resultado va a ser siempre uno bueno.

Y en el espíritu de la experimentación, los dejo con este quequito de aceite de oliva para endulzar un poco la vida. Mis papás me reclamaron que he posteado puras cosas poco saludables llenas de crema y mantequilla. Aparte mi esposo me dejó con la tarea de hacer algo con los aceites que me trajo de regalo de cumpleaños. Elegí hacer un queque con el aceite de oliva con sabor a naranja y debo decir que quedó bastante bueno, aunque el tradicional queque de mamá que hago no le tiene nada que envidiar. Es, eso sí, una buena alternativa para cuando nos da algún antojo de queque, de postre, para alguna oncecita,  para el bajón mañanero, el de la tarde, el de la noche, etc.

Y como tiene naranja, también le trae vitamina C para el resfrío!

Cambié un poqutín la receta original, le eché 2/3 de taza de aceite en vez de 3/4 porque pensé que era musho lusho. Quedó rico, pero si alguien se anima a intentar con más aceite, bienvenido sea.

Queque de Naranja con aceite de oliva
para 1 queque de 20 cm (8")

1 1/2 tazas de harina
1 1/4 tazas de azúcar
2 huevos
ralladura de 1 naranja
3/4 tazas de leche
2/3 tazas de aceite de oliva (opcional que tenga sabor a naranja)
1/4 cdta. de polvos de hornear
1/4 cdta. de bicarbonato
1 pizca de sal

Precalentar el horno a 180ºC (350ºF). Enmantequillar un molde y cubrir la base con papel mantequilla (o parchment paper), y enmantequillar eso.
En un bowl grande, batir los huevos con la ralladura de naranja. Agregar la mitad del azúcar y batir hasta que esté más espumoso. Agregar el aceite y luego la leche y batir bien, hasta que esté un poco espeso.

En otro bowl aparte, juntar todo el resto de los ingredientes: harina, polvos, bicarbonato, sal y el resto del azúcar. Agregar a la mezcla de huevos en 3 tandas, mezclando bien entre medio, hasta que esté toda la harina incorporada. 

Vaciar la mezcla en el molde preparado y llevar al horno por 50 minutos, o hasta que al tocar el queque se sienta firme.

Enfríar en una rejilla por 20 minutos aprox, y desmoldar.

Beautiful! Brilliant!




Tuesday, November 6, 2012

Cream biscuits y election day

Hoy es Election Day acá en EEUU. He estado siguiendo un poco las elecciones, viendo los debates y los miles de ads con los que nos han estado bombardeando. Como DC está al lado de Virginia, y Virginia es uno de los estados "indecisos" (o sea no hay mayoría clara que sea demócrata o republicana), dan ocho mil avisos al día en la tele. Es increíble como se descalifican entre candidatos, ya sean los presidenciables o los candidatos a senadores. Por eso es que en Virginia surgió como candidato un gato, Hank. Los dueños lo hicieron más a modo de protesta en contra del advertisement negativo que suele haber en este periodo, y en contra de los millones que se gastan los partidos en hacer este tipo de campañas, en vez de usar esa plata de mejor manera. Toda la plata que iba a la campaña de Hank se usó para donar a instituciones de beneficencia. Ojalá en Chile alguien hiciera lo mismo para expresar el descontento con las campañas electorales donde se ensucian las ciudades con carteles y grafitis hasta más no poder (y si yo viviera en una ciudad como Viña del Mar, estaría enfurecida que me la empapelen con carteles de una vieja TAN fea...). 

Es más fácil despertar sabiendo que me puedo tomar un macchiato en la casa.

Así que en vez de ver a Obama y Romney sacándose poco menos que la madre en los ads y los debates, yo prefiero ver algo en Netflix en la mañana, sin comerciales ni avisos políticos, tomándome un buen capuccino o un macchiato que ahora puedo hacer en la casa gracias a mi nuevo gadget : una espumadora de leche. Antes lo tenía que hacer batiendo la leche tibia con un batidor de globo, pero las burbujas de espuma quedaban muy grandes y se deshacían al tiro. Con este espumador queda tiqui taca. El próximo paso va a ser aprender a hacer latte art, pero esas son palabras mayores.


De solo ver esta foto se me tapan las arterias con grasa... pero pucha que vale la pena!

Para acompañar el café en la mañana hice estas biscuits que saqué de Smitten Kitchen. Qué puedo decir de una masa hecha casi entera con crema. Es brilliant, como diría Jamie Oliver. Con ese sabor medio mantecoso, y la textura de la masa bien flaky, como unos mini croissants... y con mermelada en la mañana, son perfectas con un café bien amargo. A todo esto, acabo de cachar, mientras caminaba desde la oficina para la casa hoy, que la autora va a estar presentando y firmando su libro el próximo Lunes en la librería del barrio. Ojalá que pueda ir, porque ese día se supone que llegan nuestros muebles a Charlottesville y tendremos que ir a buscarlos... oh well... you can't always get what you want...


Qué le hace el agua al pescado, si se comen de vez en cuando no más... 

En fin, hoy día estaré atenta a ver quien sale de presidente y a ver como le fue a Hank, mientras me como una biscuit con mermelada (con un macchiato decaf?).

Cream biscuits
traducida de Smitten Kitchen
para unas 18 biscuits

2 tazas de harina
1/2 cdta. de sal
1 cda. de polvos de hornear
1 cda. de azúcar (opcional)
1 1/2 tazas de crema
3 cucharadas de mantequilla derretida

Precalentar el horno a 220ºC (425ºF). Preparar una lata con papel mantequilla, o parchment paper.

En un bowl se ciernen juntos: la harina, polvos y sal. Se mezcla con el azúcar si es que se le va a echar azúcar. Yo las hice sin azúcar por si me daban ganas de comérmelas con queso. Con una cuchara de palo agregar y mezclar la crema, hasta que se forme una masa húmeda y blanda. Puede que no sea necesario echarle toda la crema, así que hay que ir de a poco. A mi me sobraron un par de cucharadas.

Voltear la masa en una mesada enharinada y con las manos aplastar la bola hasta que quede de 1.8 cm de espesor (3/4"). Cortar con un corta pastas (yo lo hice con una copa) de 5 cm de diámetro, y poner las redondelas en la lata preparada. Pincelar abundantemente con la mantequilla derretida, y poner en el horno por unos 12-15 minutos, hasta que estén doradas.

Se sirven calientes. Yo hice ayer en la tarde y en la mañana me calenté un par en un sartén, así que yo creo que se pueden calentar en el tostador también, o en un hornito eléctrico.

Mañana parece que no como postre en lunch club



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