Sunday, November 16, 2014

Historias de duraznos y de bourbon, y una receta con ambos!

Resulta que había escrito un post similar a este hace semanas, mi computa me jugó una mala pasada y me borró todo lo que había escrito (y pucha que estaba bueno el post). Desde entonces es que le hice la ley del hielo y no he querido sentarme a re-escribirlo, además que entre medio nos fuimos de vacaciones a Hawaii (vendrá un post luego de este viaje, porque la comida de Hawaii se merece un post pa ella sola) con el Matias que fue una suerte de detox tecnológico. Hace tanto que tenía esta receta e historias en el tintero que llegamos ya a Noviembre, época de duraznos en el hemisferio Sur! quizás como esta receta incluía duraznos, el destino hizo que perdiera el post a propósito para que para mis lectores en Chile no fuese tan fome leer una receta que para hacerla iban a tener que esperar meses.

Qué daría por comerme un durazno ahora

Ha pasado harto rato desde que fuimos, pero igual les quería contar que volvimos a NYC con el Matias un finde en Septiembre para aprovechar de juntarnos con nuestros amigos Pía y Tomás. Esta vez lo pasamos incluso mejor que la última, porque dado que ya todos habíamos visitado los must-sees, sólo nos dedicamos a vitrinear lugares un poco menos turísticos y a comer como cerdos. Acá va un recuento de las cosas más memorables que probamos. 

Una vista de Manhattan desde el techo de un edificio

Los convencí a todos de levantarse temprano (6.00 AM un Fomingo) para ir a probar las famosas cronuts de Dominique Ansel. Cuando le dimos la dirección al taxista, el tipo cachó al tiro donde íbamos. Una vez en nuestro destino, vimos con un poco de horror una fila que daba vuelta a la cuadra, pero el taxista nos dijo medio entre risas que no se veía tan atroz como otros días. Así que con un poco más de esperanzas nos pusimos al final a esperar que abrieran. Resulta que sólo hacen como 200 cronuts al día y si no hiciste la fila a tiempo, puede que te den las 10 de la mañana esperando por nada. O sea, igual se pueden comprar otras cosas, la pastelería tiene un montón de otras exquisiteces, pero la famosa cronut se tiene que ganar con el sudor de la frente. O si ud. tiene poder adquisitivo, puede pagarle a un wn para que venga a hacer la fila por ud. a $30 dólares por la hora que espera. True story.

Un pastelero de Dominique Ansel rellenando cronuts

Ahora, la cronut es bastante amazing, pero yo creo que no volvería a hacer la fila gigante. Es más bien un panorama chistoso para hacer una vez con los buenos amigos que van a aperrar sin ponerse bitchy, y que son igual de locos por probar buena comida y cosas nuevas que ud. Además Dominique está en la pastelería para saludar a los valientes en la mañana. Para los que no cachan las cronuts: es una donut hecha con masa de croissant que se fríe, y luego se rellena (como un berlín) con unas cremas pasteleras. Cada mes los sabores de las cremas cambian. A nosotros nos tocó uno de té y duraznos.

Estas fueron las dos cronuts que me comí como un pequeño cerdito. Sorry, not sorry

Visitamos también el bar de ramen de David Chang, el Momofuku noodle bar. La sopita del ramen dicen que se demoran 24 horas en hacerla porque tienen que hervir un montón de partes de un chancho de manera lenta para que se llene de sabor. La verdad es que la sopa es bien potente, es incluso media espesita, me imagino la cantidad de grasa que debe tener. Nos comimos un bowl gigante de ramen de cerdo (excepto el Matias que se comió el de champiñones) con un huevo pochado que nos dejó con el ombligo parao' y nos hizo olvidar un poco que habíamos caminado todo el día y que nos habíamos levantado a las 6. 

Una vista estilo Kubrik del AMNH

Además entre medio nos encontramos con nuestra amiga Jackie con la que últimamente nos hemos estado haciendo aficionados al bourbon whiskey. La Jackie trabaja algunos días en el American Museum of Natural History y nos llevó a ver el museo fuera de horario de atención. Imagínense! Teníamos el museo para nosotros solos. Luego nos llevó a pasear y cenar por el West Village y a tomar bourbon a un bar bien "interesante", por decir lo menos, que se llamaba The Art Bar. 

El ramen de Momofuku noodle bar (foto por Matias)

Otros lugares donde tomamos y/o comimos fueron un bar super hipster de cervezas que se llama "Proletariat" en el East Village y brunch en "Intermezzo" en Chelsea. En el Proletariat te recomiendan preguntar por sugerencias al bartender, y por experiencia propia yo digo que sigan esa regla o terminarán con una chela que sabe a jugo de limón, como yo (parece que las cervezas ácidas están de moda en la escena de cervezas artesanales). El brunch de Intermezzo es recomendable para ir un día sin caña, porque uno llega y todo se ve normal hasta que un DJ empieza a tocar música electrónica a todo chancho y sale humo de una bola disco. El mozo en Intermezzo resultó ser chileno lo que significó bottomless mimosas por 3 horas, y no 90 minutos como estaba escrito en el pizarrón afuera. Salimos más que happy de ahí y la comida no estaba mal. Volvimos a DC como con 10 kgs de más, pero no importa porque para eso hago zumba 1 vez a la semana, cierto?

Unos panqueques con esta mermelada, hmm hmmm!

Uf! costó pero salió la historia de este viaje. Es hora de la receta de duraznos con bourbon. Ah, pero antes! un poco de astronomía. Yo creo que todos ya han visto esto en las noticias, pero por si ud. ha estado viviendo debajo de una roca: los científicos de la ESA (que es como la NASA europea) han logrado aterrizar una sonda en la superficie de un cometa. Ud. dirá "y a mi qué". Resulta que, gracias a una colaboración internacional, es primera vez que se logra aterrizar sobre un objeto que 1) está super lejos, 2) tiene una gravedad superficial super baja, o sea, no es tan fácil mantenerse en esa superficie porque la fuerza de gravedad no es tan potente como en la tierra, 3) se demoraron 10 años en llegar hasta allá, y la sonda que se desprendió, Philae, de la más grande, Rosetta, lo hizo de manera automática. O sea, alguien programó a Philae hace 10 años como un reloj despertador para después hacer el "acometizaje" (existe esa palabra?)! Así que si ud. no se siente emocionad@ con esta noticia, entonces vaya a revisarse el corazón. Para más detalles, como siempre, les recomiendo visitar a los cabros de Conexión Causal, que además hacen una analogía gastronómica sobre por qué queremos como científicos aterrizar en un cometa, y los de El Método del Tocino, escrito por nada más ni nada menos nuestra compañera de viaje y astrónoma extraordinaire, Pía.

Una cosa que sí saben hacer en el Sur de USA es el bourbon

Ya! vamos con la mermelada, con la que además contribuyo este mes al desafío del Buscador de Recetas en Blogs Chilenos. Si no tiene bourbon, omítalo, o reemplácelo por un whiskey añejado que tenga sabor.

Mermelada de duraznos con bourbon y vainilla

Para 3 frascos pequeños

1 kg. de duraznos picados y descarozados. No tienen que estar todos super duper maduros como decía la abuelita. Para una explicación de por qué, vaya a SeriousEats
600 gr. de azúuuucaaaaar
1/4 palito de vainilla
2 cdas. de bourbon

Además necesitará frascos esterilizados donde guardar la mermelada

La noche antes de cocinar la mermelada, poner la fruta con el azúcar y la vainilla a macerar, tapada con un papel film. Esto hace que la fruta desprenda el jugo y la pectina.

Poner la fruta y el bourbon en una olla pesada, ojalá de cobre o un buen conductor del calor, a hervir a fuego fuerte hasta que empiece a salir espumita, unos 10-15 minutos. Bajarle el fuego, pero asegurarse que siga hirviendo, hasta que se vaya casi toda la espumita unos 15 minutos más. Sacarle la espuma que quede. Bajar el fuego al mínimo necesario para que siga hirviendo unos 5 a 10 minutos más, hasta la fruta se vea como confitada y la mermelada esté en el punto deseado. Esto se puede ir probado sacando un poco de mermelada, cada 5 minutos, y poniéndola unos minutos en un platito en el freezer. Cuando esté de la consistencia deseada, sacarla del fuego y enfrascar al toque. Hay que llenar los frascos hasta bien arriba, cuidando de que los bordes queden limpios. Poner los frascos tapa-abajo hasta que se enfríen. Yo guardo mis mermeladas así a temperatura ambiente por meses.


Las etapas de la mermelada.... y alguien se fijó en la awesome olla de cobre que me regalaron???




3 comments:

  1. Me encanta NYC y hace mil años que no voy en plan chancho, que envidia me dio... acá con 11 años viviendo en Texas somos secos para el bourbon.

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  2. la sopa ramen me tinco... gueno el post...

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  3. Se ve bien buena tu receta, tu crees que se pueda hacer con otra fruta????.
    La historia de la visita al Musero de Historia Natural me gustó, claro que debe ser entrete tener un museo para ti solamente...., no pasaron cosas extrañas espero jeje.


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