Monday, July 23, 2012

Almuerzo en capas (para que vean que no como puros postres...)


¡Por fin llegó mi esposo de vuelta de Europa, ehhhhhhhh! Se nota que él me conoce, porque llegó con la maleta llena de cosas ricas para cocinar, y yo como buena esposa y cocinera, quería puro empezar a probar cada uno de los regalitos que me trajo.

Como él estuvo una semana comiendo pastas, pizzas y queso en Italia, no pude ponerme a hacer ravioles ni nada italiano, que eran las opciones obvias para empezar a probar las pastas de trufas, pastas de pepperoncinos o la bolsa llena de callampas secas.

Decidí entonces matar tres pájaros de un tiro y (1) hacer algo con unos leftovers del almuerzo del fin de semana y (2) hacer un postre del cual estaba antojada para (3) probar el limoncello que me trajo.


Me encantan los postres con copete

El finde me junté con una amiga y le preparé un trozo de lomo de atún a la plancha con una especie de ratatouille a mi manera (à la Arriagada). En verdad no sabía con qué acompañar el atún y se me ocurrió preparar algo con la pila de verduras que había comprado (me pasa que cuando voy al super a comprar pan, llego con un carro entero de verduras y comidas que se ven lindas ¬¬), entre ellas una berenjena, un zapallo italiano, albahaca y unos tomates. Pensé al tiro en un ratatouille (acordándome de la película, en verdad, quién no se ha sentido identificad@ con el ratoncito!), pero no sé hacerlo ni nunca había buscado como se hace, y no me iba a poner a hacer research, como suelo hacer para preparar los platos que no conozco bien, con una amiga hambrienta esperándome. Así que miré rápidamente un libro de comida vegetariana que tengo, donde sale una "tarte tatin de ratatouille", le eché un vistazo a los ingredientes, y me puse a cortar todo en cubitos y a tirarlo en el wok. Bueno, resulta que el ratatouille no se hace así ni tampoco lleva champiñones ni aceto balsámico (eso sabía pero mi guiso se veía muy pálido y me gustan los champiñones). Igual yo quedé contenta con mi resultado, y a mi amiga le gustó, así que lo publico acá por si lo quieren probar.

Bueno, me sobró un poco de esta preparación (somos chanchas con mi amiga, pero no tanto), así que hoy decidí hacerle un pastel de papas vegetariano al Matias, con este relleno en vez de pino, y quedó como una buena opción vegetariana (siempre estoy buscando algún reemplazo a las cosas que llevan carne en las comidas típicas chilenas). Este es el primer plato de este almuerzo de cosas hechas en capas.

Matias posando para la foto (más bien sus manos y el tenedor)

De postre hice un favorito de mi papá: helados de invierno, pero como los hacía mi abuelita (la Lucy). Nunca he podido encontrar en internet una receta de turrón de vino como lo hacía ella, que lo ponía a baño María. Todas las que encuentro terminan después de agregar el almíbar de vino y se saltan este paso. Así que acá va como lo hacía ella, método que aprendí de mi papá, otro fanático de la cocina y de quien he heredado el amor por la comida. El helado de invierno también se hace en capas, una de ellas son galletas de champaña, que en este caso, decidí darle un twist y remojarlas un poco con limoncello y jugo de naranjas.


Acá van las recetas

Guiso inspirado en ratatouille (o ratatouille a la yo)
para 3 personas

1 berenjena mediana
1 zapallo italiano mediano
2 chalotas
1/2 bandeja de champiñones
1/2 pimentón rojo
1/2 pimentón verde
1 tomate mediano
sal
pimienta
aceto balsámico
aceite de oliva
hojitas de albahaca

Se cortan todos los vegetales en cubitos chicos (como de 1x1 cm). Descartar las semillas del tomate (yo le dejé no más la cáscara, no me molestó). Del zapallo y la berenjena yo sólo usé la parte con la cáscara, los centros con las semillas los descarté. Se pone a calentar un poco de aceite en el wok. Se agrega la chalota. Cuando esté media transparente se agregan los pimentones, por 1 minuto (o menos). Luego los champiñones, la berenjena, el zapallo. Se deja todo saltear hasta que esté cocido, pero no RE cocido. Se aliña con sal y pimienta. Casi al final, se agrega un chorro de aceto balsamico (no mucho). Se emplata y se le tiran encima las hojitas de albahaca.

Esto me alcanzó para acompañar dos platos de atún y para un librillo de pastel de papas.

Pastel de papas
para 1 librillo individual grande y 2 ramekines chicos

4 papas chicas
80 ml de crema
sal a gusto
1 huevo
azúcar para espolvorear
mantequilla para engrasar los librillos
2 cucharonadas de pino para rellenar (o el ratatouille de arriba)

Se pelan las papas, se cortan en cubos medianos y se ponen a cocer en una olla con agua y sal a gusto. Cuando uno pincha las papas con un cuchillo y éste se introduce fácil están listas. Rápidamente escurrimos las papas, reservamos un poco del líquido de cocción por si acaso y se muelen con un pisa papas. Se agrega la crema y un poco de agua si es necesario, hasta que se forme un puré liso. Se le agrega el huevo y se bate con una cuchara de palo o un batidor de globo. Para armar el pastel: se engrasa un librillo con mantequilla, se pone una capa de puré, luego una capa de pino, y se termina con puré. Se espolvorea con azúcar y se le esparcen unos daditos de mantequilla por encima. Se pone al horno hasta que esté dorado por arriba.


Con un buen vino, todo mejora con un buen vino tinto.



Helado de invierno
3 porciones generosas

Para el Budín
1 taza de leche
1 cdta. de extracto de vainilla
1 cdta. colmada de maicena
3 cdas. de azúcar
2 yemas de huevo

Para el turrón de vino
1/4 de taza de vino menos 1 cda.
1/3 taza de azúcar mas 1/3 cda.
2 claras de huevo

1 plátano mediano
4 galletas de champaña
1 cda. limoncello
3 cdas. jugo de naranjas
nueces picadas para decorar

Para preparar el budín, reservamos un poco de la leche en un bowl chico, y el resto se pone a calentar en una ollita con el azúcar y la vainilla. Se bate un poco las yemas con la leche que quedó y la maicena. Se agrega esto a la leche caliente y se lleva a fuego lento hasta que espese. Dejar enfriar un poco.

Para el turrón: se hace un almíbar de pelo con el vino y 1/3 taza de azúcar. Mientras, se montan las claras a nieve (sin que se sequen) con el resto del azúcar, y se le agrega el almíbar en forma de hilo, siempre batiendo. Cuando este todo mezclado, se pone el bowl a baño María y se sigue batiendo como unos 20 minutos (en verdad no tomé el tiempo, pero sí me dolía el brazo con la batidora, y sé que es harto tiempo), hasta que la textura ya no sea como merengue esponjoso, si no más bien como marshmallow derretido, así bien pegote, y el olor a vino se intensifica (quizás son sólo los recuerdos que tengo de chica de estar al aguaite de los batidores para ganarle a mis hermanos y arrancar con uno cuando el turrón estaba listo). Bueno, ahí está listo.

Se mezcla el limoncello con el jugo de naranjas.

Para montar, en vasitos lindos, o se puede hacer en una budinera transparente grande para después porcionar, se pone una capa de galletas pasadas por la mezcla de jugo de naranjas con limoncello. Luego se agrega una capa de budín. Se agrega una capa de plátano cortado en rodajas (a éstos los rocié con el resto de jugo, pero es opcional). Se termina de echar lo que queda de budín. Todo se cubre con turrón, y se espolvorea con nueces picadas. Deeeee-lish!


Hicándole el diente (o cuchara)


Uno de estos vasos lo compartimos porque si no iba a ser mucho. Me quedé con el feeling de que salí perdiendo...


C'est fini! :(




Wednesday, July 18, 2012

Cupcakes de vainilla con buttercream de lemon curd

El título de este post suena súper pomposo, pero la verdad es que son unos quequitos, en este caso, decorados con una crema a base de mantequilla, azúcar y lemon curd, parecida a la del pie de limón. No estoy segura de dónde vienen los cupcakes, si de EEUU o de UK, pero son ricos y súper entretenidos y fáciles para decorar. Yo siempre hago hartos cuando llevamos de regalo para algún asado o cumpleaños y es increíble lo rápido que se decoran, no alcanzo ni a disfrutarlo, jaja. Además son más rápidos que hacer una torta y no necesito una excusa, como un cumpleaños, para hacerlos. Simplemente los preparo y se los llevo a mis amigos en el Depto. de Astronomía para que se los coman (porque si no, estaríamos con el Matías, mi esposo, convertidos en unas bolas de grasa). En este caso, los preparé para esperar a mi mamá que vino a ver a su pobre hija abandonada.


Los cupcakes con florcitas no son sólo para niñitas

El año pasado el Matías me regaló un par de libros de cupcakes, llenos de fotos bonitas y hartas ideas de decoración. El que más me gusta es el de la Martha Stewart, tiene muchos sabores distintos de cupcakes, y he tratado ya de hacer varios de ellos, en la búsqueda del cupcake de vainilla perfecto (o no de chocolate, que ya lo tengo). El que probé ahora es un "white cupcake" que se hace sólo con las claras del huevo batidas a nieve. Se supone que esto debería haberlos hecho más esponjosos, pero no sé, a mi y a mi mamá sólo nos parecieron "meh". Mis amigos de la U igual les hicieron re-chupete, tengo un público que me adora (además, a caballo regalado...). Saludos chiquillos!

Aprovecho de hacerle propaganda a mi mamá que pintó este cake stand. Love it!

Para decorar decidí hacer una crema de limón, porque el Matias llegó el otro día con chorromil limones sutiles que trajo de Hijuelas. Llegó super entusiasmado con limones, aceitunas y flores, porque aprendió que en Hijuelas cultivan flores y es considerado por la Unesco una reserva mundial de la Biósfera. La idea era hacer mojitos y caipiriñas con los limones, pero entre otras cosas que nos dio por hacer nunca preparamos los famosos tragos. Así que ahí tenía todavía como medio kilo de limones sutiles, cuando ayer me acordé de ellos y le di a algunos un mejor uso que seguir ocupando espacio en el refri. Esta crema si que quedó un 7.


Por más que se escondan, igual desaparecen


Las flores de decoración las hice con fondant, colorantes y moldecitos, que venden en el Cherry.


Los queques entonces, son de la M. Stewart, y la crema es mi propia invención. Hice la mitad de la receta de Martha (porque por alguna razón casi todas sus recetas son como para 100000 cupcakes).


White cupcakes
Traducida y adaptada de "Martha Stewart's cucpakes". Para 12 cupcakes

1 1/2 taza de harina cernida (ella los hace con "cake flour" y le echa un poco más. Acá en Chile no he visto esa harina, pero es básicamente harina con menos gluten, así que es cosa de echarle menos harina)
3/4 cucharaditas de polvos de hornear (yo me equivoqué y les eche cucharaditas, en realidad son cucharadas. No quedaron tan malos, pero no tan "fluffy".)
1 pizca de sal
1/2 cda. de extracto de vainilla
1/2 taza + 1 cda. de leche
100 gr. mantequilla a temperatura ambiente
3/4 taza + 2 cdas de azúcar
2 1/2 claras de huevo (o 3 si son huevos chicos) a temperatura ambiente

Calentar el horno a 180ºC y preparar 12 moldes de muffin con papelitos.

Se cierne la harina con los polvos y la sal. Se reserva.

Se mezcla la leche con la vainilla. Se reserva

Se bate la mantequilla con la batidora en velocidad media hasta que quede pálida. Se le va agregando el azúcar de a poco, y se bate hasta que se vea esponjosa y liviana. Se le agrega la harina en 3 tandas alternando con 2 de leche, a velocidad baja (o con un batidor de mano/ cuchara de palo). No se debe sobre-mezclar.

Aparte se baten las claras a punto nieve, pero cuidando que no se sequen (ella le llama punto "soft peaks"). Se agrega 1/3 de las claras a la masa con movimientos envolventes hasta que se mezcle bien y luego se agrega el resto de la misma manera. Se divide la masa de manera equitativa entre los moldecitos, y se ponen a cocinar por 18-20 minutos, hasta que un al enterrar un palito en el centro salga seco.


Crema de limón (alcanza para la mitad de los cupcakes si uno es bien cerdo y le echa harto)

100 gr. mantequilla
3/4 taza de azúcar flor
1/2 taza lemon curd (receta abajo)

Se bate la mantequilla hasta que esté pálida. Se le agrega el azúcar de a poco, y se bate hasta que quede con consistencia de helado. Se le agrega la lemon curd y se sigue batiendo hasta que esté esponjosa.


Lemon curd

1 yema de huevo
1 huevo
2 cucharadas de jugo de limón
1 cdta de ralladura de limón
1/3 taza de azúcar
50 gr. mantequilla cortada en cubitos

Se junta todo, excepto la mantequilla, y se pone a fuego lento, batiendo, hasta que espese. Se saca del fuego y se le agrega la mantequilla, batiendo hasta que se derrita. Tapar con alusa, dejar enfriar y guardar en el refri.


Un "Meh" no más para tu white cupcake Martha... (igual que esta foto, jaja)







Sunday, July 15, 2012

Macarons au chocolat

El Viernes 13 (miedoooo) pasado hice la presentación pública de mi tesis de doctorado. Mi tesis se trataba básicamente sobre búsqueda de planetas extrasolares rocosos (o sea con masas igual o más chicas que 10 veces la masa de la Tierra) alrededor de estrellas de baja masa, llamadas enanas M, que típicamente tienen masas como 0.5 veces la masa del Sol. La manera de cómo el grupo con el que trabajo busca planetas alrededor de otras estrellas se llama espectroscopía Doppler, y consiste en pasar la luz de la estrella por un espectrógrafo, que dispersa esta luz en distintas longitudes de onda, como un arco iris. Los elementos que conforman la atmósfera de la estrella absorben la luz a longitudes de onda específicas, produciendo "líneas de absorción". El movimiento de la estrella alrededor del centro de masas del sistema (porque los planetas producen una fuerza gravitacional de igual magnitud en la estrella, que la estrella en los planetas) se puede deducir viendo cómo las líneas de absorción de la estrella cambian de longitud de onda, hacia el azul cuando se acerca y después al rojo cuando se aleja. Si es un cambio periodico, la masa del cuerpo que está provocando ese movimiento en la estrella se puede deducir de la amplitud del cambio y del periodo con que se produce.


Las líneas de absorción te delatan, querido planeta....


Si bien estaba más relajada desde que pasé el examen privado, esta sí que fue la culminación de todos los 4 y medio años de doctorado, y para celebrar, qué mejor que hacer unos macarons de chocolate. No es que también los haya hecho para probar el Grand Marnier que me canjeamos hace poco con los puntos del banco, ni porque le debía unos macarons de cumpleaños a mi querido hermanito chico... ni por mi obsesión con los macarons (desde aquella vez que arrogantemente intenté hacerlos habiendo leído una sola receta en la vida después de haber visto muchas fotos lindas, y como resultado haber obtenido unos mamarrachos feos que parecían cualquier cosa), no señor!

OMG, que quedaron güenos!


Erm... bueno, sí... quizás, sí, un poco... jejeje. Después de haber intentado HARTAS veces, todavía no puedo decirles ninguna fórmula infalible para estas galletas. A veces me resultan todas super bien, otras veces la mitad queda medio fea, otras veces no me han resultado para nada. Los únicos tips que les puedo dar es que

  • Vean muchos videos en Youtube antes de tirarse a hacerlos, para que cachen bien como tiene que quedar la consistencia de la masa después del macaronnage. Acá hay uno bueno. Y este es mi favorito.
  • Pesen y midan todos los ingredientes lo más preciso posible. 
  • Pasen los ingredientes secos por la juguera y luego por un cedazo. No se salten este paso!

Con respecto a los ingredientes y/o implementos

  • El papel es el "Backpapier" que venden en el Jumbo. Lo intenté con el papel mantequilla típico y no resultaron. También lo intenté con silpat, pero no resultaron porque mi horno no calienta mucho por debajo. He visto que a otras personas sí les resulta con silpat.
  • La harina de almendras la compro en el Cherry, pero se puede hacer en la casa pasando almendras peladas por la 123 o la juguera hasta que quede como polvo.
El método que me funciona mejor es el de merengue italiano (las claras batidas con almíbar de pelo), aunque requiera un termómetro de mermelada (yo lo compré en el Volcán). El de merengue francés (claras batidas con azúcar) resultó algunas veces no más.

Por último, se pueden encomendar a San Guchito si es que no tienen un horno decente, como yo, porque hasta que no los saco del horno y los despego del backpapier, no canto victoria.

Hacer de éstos es más pelúo que encontrar el bosón de Higgs.




Listos? Acá va la receta.

Macarons au chocolat
Adaptado de "Macarons comme un pro, à la maison" de José Maréchal.
para unos 25 macarons.

Merengue
40 gr de clara de huevo a temperatura ambiente
100 gr de azúcar granulada
40 ml de agua

Le "tant pour tant"
40 gr de clara de huevo a temperatura ambiente
90 gr de harina de almendras
100 gr de azúcar flor
15 gr de cacao en polvo


Primero se pone la harina de almendras, el azúcar flor y el cacao en la juguera y se mezcla durante unos 10 segundos. Luego se pasa esta mezcla por un cedazo en un bowl grande y se reserva.

En una ollita, se ponen los 100 gr de azúcar con el agua a calentar. Con un termómetro de mermelada, vamos monitoreando la temperatura, y cuando llegue como a 85ºC, empezamos a batir los 40 gr de claras hasta punto nieve, pero que no estén secas. Antes de que el almíbar llegue a las 110ºC, se agrega a las claras en un hilo mientras batimos. Se siguen batiendo las claras hasta que al tocar el bowl por debajo deje de estar caliente.

Se mezclan los otros 40 gr de claras a los ingredientes secos para hacer la pasta de almendras. Va a quedar una masa pegajosa. Se agrega 1/3 del merengue y se empieza el macaronnnage. Con un mezquino y movimientos desde el fondo del bowl hacia afuera, y un poco entre doblando y desinflando el merengue, se mezcla con la pasta de almendras. Cuando esté eso mezclado, se echa el resto del merengue y se sigue con el mismo movimiento del mezquino. Esto se hace hasta obtener una pasta homogénea, y que cuando se levanta un poco el mezquino con pasta, y ésta cae, parece lava (ven que es mejor ver un video?!?!?). Otra manera de saber si está listo es con una cuchara uno saca un poco y lo deja caer en el resto de la masa, desaparece en ella dentro de algunos segundos....

Bueno, cuando este listo, se mete en una manga con una tip plana, y se hacen redondelas de 5 a 3 cm de diámetro sobre una lata cubierta con papel encerado. Se deben hacer con un buen espacio entre ellas porque crecen después de unos segundos. Si el macaronnage quedó bien, las redondelas van a quedar con un piquito que después desaparece. Se le dan unos toques a la lata para que salgan todas las burbujas de las galletas y esperamos 40 minutos para que se seque. Cuando al tocar las galletas no estén pegajosas, se meten al horno precalentado a 145ºC por 13 minutos (si son de 5 cm, por 15 minutos). Si las galletas quedaron bien cocidas, se van a despegar enseguida del papel. 

Se dejan enfriar en un plato para "asandwichearlas" con el ganache.


Ganache

100 gr chocolate amargo
80 ml de crema líquida
1 cucharada de Grand Marnier

Se corta el chocolate en pedacitos chicos y se pone en un bowl. En una ollita se pone a calentar la crema. Cuando suelte el hervor, se vuelca sobre el chocolate y se revuelve con un batidor de globo, hasta que todo el chocolate se derrita y se mezcle con la crema. Se le agrega el Grand Marnier y se deja enfriar hasta que quede "esparcible". 



Se juntan de a 2 con el ganache, y se dejan madurando en un tupperware dentro del refri por 24 hrs. antes de degustar.


Le robé la cámara a mi papá para sacar estas fotos. Awesome awesomeness.


Recomiendo leer HARTAS recetas, probar MUCHAS veces hacerlos, hasta que salgan!

Sunday, July 8, 2012

Masa de croissants y Henrietta Leavitt

Desde la primera vez que estuve en Toulouse, Francia en una pasantía por allá por el 2007, que me enamoré de la panadería francesa. Como este blog está escrito por una astrónoma, les explico un poco lo que estaba haciendo en Toulouse. En astronomía uno de los principales problemas es medir distancias, porque como se podrán imaginar, uno no puede ir con una regla, o GPS hasta una estrella o galaxia a ver dónde está. Saber de qué porte es el Universo es crucial cuando queremos entender cómo se comporta, cómo nació y hacia dónde va. Bueno, gracias a una de las mujeres más famosas en astronomía, Henrietta Leavitt, es que ahora se puede deducir la distancia hacia un tipo de estrellas pulsantes llamadas cefeidas. A la pobre la tenían haciendo puros cálculos en ese tiempo (1912), porque según muchos, las mujeres no servían para nada más en ciencia, cuando se dio cuenta que el periodo de pulsación de estas estrellas, que se deduce de su cambio en brillo, era proporcional a su luminosidad. O sea, las estrellas más brillantes tenían periodos más largos. Esta relación, que es lineal en el espacio log(Periodo)-Magnitud hay que calibrarla sabiendo la distancia a las estrellas, ya que una estrella que está más lejos se ve menos brillante que si estuviese más cerca. O sea, debemos saber la distancia de un grupo de estrellas cefeidas para poder estimar su magnitud absoluta (magnitud absoluta es cuán brillante sería una estrella puesta en el lugar del Sol) y así calibrar la relación. Con la relación ya calibrada, se puede estimar la distancia hacia una estrella cefeida cualquiera porque se supone que la relación debería ser la misma para TODAS las cefeidas, donde quiera que estén. Este es uno de los métodos que se utiliza para medir la distancia a algunas galaxias cercanas donde se pueden ver este tipo de estrellas y por ende es uno de los primeros eslabones de la escala de distancias que se usa para medir el tamaño del universo. Lo que yo estaba haciendo entonces, era calibrar esta relación para cefeidas en la Vía Láctea usando distancias ya medidas con el método de paralaje (el más básico, aquí lea si quiere saber qué es) y el método Baade-Wesselink (es es un poco más complicado), y viendo cuál de los dos era mejor, o si era bueno combinarlos, etc, y si esta relación era igual a la vista en las nubes de Magallanes.


Dedicado a H. Leavitt, porque sin ella no habría PL relation, y yo no habría podido ir a Toulouse a comer pain aux rasins. Ah y tampoco se podría haber calibrado la escala de distancias ni sabríamos que el universo se expande, etc.


En fin, cuando no estaba en el Laboratoire trabajando en eso, yo me iba a comer pan y otras cositas ricas a las panaderías del centro de Toulouse y a las tiendas de dulces marroquíes (esos deberían tener otro post para ellos solos!). Acompañar un baguette con un buen queso, de verdad que no tiene precio, y lo eché de menos cuando volví a Chile 3 meses después. Menos mal que hace algunos años descubrí el pan y las masas del Le Fournil, que los venden en los Jumbos de Bilbao y el del Alto las Condes, y en el aeropuerto. El queso francés también ahora lo están vendiendo acá en Chile. Nosotros cuando nos ponemos exquisitos lo compramos en la tienda del queso que está en Nueva de Lyon, o en la Coquinaria, aunque en el Jumbo también traen unos bien buenos. Anyway, este post no es de quesos, sino de croissants. Me desvié un poco del tema, pero una de mis pastries favoritas eran los pain aux rasins. Morderlos y que sean entre salados y dulces con la crema pastelera en el centro saliendo, oh my gosh. Cada vez que ando en Francia (jaja, que tampoco han sido tantas), paro en alguna patisserie a comerme un pain aux raisins.


Me levanté a las 9.30 un sábado a hacer estos babies. Terminé a las 6 de la tarde. True story


Hace poco me puse a buscar recetas de pain aux raisins para saciar mi antojo y encontre una buena en el blog You can do it at home. La masa se veía demasiado latosa con esas fermentaciones y cuestiones raras, que deben resultar bien y todo, pero que a mi no me animan mucho, sobre todo sabiendo lo que ya cuesta hacer la masa con los múltiples dobleces y tiempos de espera. La receta de la masa la saqué del libro Baking de Carol Clemens, la que ya había hecho antes, pero no me dio el cuero para hacer pain aux raisins. Esa vez probé los croissants no más, que quedaron ricos, pero se notaba que era primera vez que hacía. Ahora me resultaron mucho mejor. Salvo por la masa, seguí el resto de la receta de You can do it at home para formar los pain aux raisins.


Rico con un café en la mañana.



Yo creo que lo crucial es esperar efectivamente lo que dicen que hay que esperar entre doblez, para dejar descansar el gluten y así poder estirar mejor la masa. Lo otro es que hay que sí o sí dejar esperar los croissants formados 1 1/2 o 2 horas (o toda la noche en el refri), hasta que se vean las layers.  Bueno, mientras me como uno, no escribo más tonteras y acá va la receta de la masa.


Masa de croissants

3 tazas de harina (1/2 más por si acaso y para espolvorear)
1 1/3 tazas de leche tibia (tibia es que uno mete la mano por 10 segundos y se siente calientito pero no quema)
2 cdtas. de azúcar
1 1/2 cda. de sal
2 1/4 cdtas. de levadura
250 gr de mantequilla sin sal FRIA


Se mezcla la leche con la levadura, sal y azúcar y se revuelve un poco. Luego se echa 1 taza de la harina y se revuelve todo con la batidora eléctrica con los ganchitos para masa (esos que nunca se ocupan y que mucha gente no sabe para qué son, bueno, son para "amasar"). cuando esté todo eso más o menos incorporado, se echa el resto de la harina de forma gradual y se sigue amasando con la batidora, hasta que la masa forme una sola pelota grande, pero pegajosa (como unos 8 minutos, cansa lo sé!). Esto se tapa y se deja subir como 1 1/2 hora en un lugar temperado. Pasado ese tiempo, se amasa en la mesada con un poco de harina para que no se pegue a las manos. Se deja reposar 15 minutos en el refri, para que descanse el gluten y sea más fácil uslerearla. Por mientras, se parte el pan de mantequilla, sacada del refri, por la mitad de manera longitudinal. Cada uno de los pedazos se uslerea (acá podemos deshacernos del estrés de la semana agarrando la mantequilla a palos) hasta que queden dos rectángulos de 6X4 pulgadas (sorry, el libro es gringo). Esto se hace entre dos capas de papel mantequilla. Luego, se saca la masa y se uslerea hasta formar un rectángulo de 12x8 pulgadas. Se pone uno de los pedazos de mantequilla al medio, y se dobla uno de los lados sobre este trozo, como un lado de un tríptico. Sobre ese lado que se dobló se pone el otro trozo de mantequilla y se termina de cerrar el tríptico. Se uslerea este tríptico hasta formar un rectángulo de 12x8 pulgadas y se vuelve a doblar como tríptico. Lo envolvemos en papel mantequilla y se lleva al refri por 1/2 hora. Cuando lo sacamos, se vuelve a uslerear hasta formar un rectángulo de 12x8, se dobla y se mete al refri. Una vez más se saca, se uslerea y se dobla. Esta vez esperamos 2 horas en vez de 1/2. Cuando lo sacamos, se estira delgado (0.5 cm para pain aux raisins o 0.3 para croissants) y se forman las pastries.

Para ver cómo hacer con esta masa los croissants vaya acá, y vea a la Julia Child. Es chora la viejita. Si no le carga el video, vea estas fotos.
Para ver cómo hacer los pain aux raisins, vaya acá. Esta cantidad equivale a la receta de masa que sale ahí.

Con esta masa también se pueden hacer pain aux chocolat y danish pastries, es cosa de buscar en internet.


Ahora puedo comer cuando quiera (not really, es una tremenda japa hacerlos....)






Saturday, July 7, 2012

Rissoto de champiñones shiitake

Este fin de semana estoy sola en la casa, ya que mi esposo se fue a una conferencia en Amsterdam. El problema de quedarse sola, aparte de echarlo mucho de menos, es lograr comerme todo lo que tengo en el refri sin que se eche a perder. Así que tomando en cuenta todo lo que tengo ahí a punto de pudrirse y de que le salgan triqui triquis, hice este risotto. Tenía una bandeja de shiitakes que vi el otro día en el Jumbo, unos cebollines de hace como una semana y un queso parmesano de hace como 1 mes. De todas maneras, quedó super, sobre todo con unas gotitas de aceite de trufa, que se puede conseguir en tiendas como la Coquinaria. El que tengo yo lo compramos en Alemania el año pasado y lo hemos hecho durar caleta, porque no sabía dónde encontrarlo acá en Chile. Un día vitrineando vi que en la Coquinaria lo están trayendo.



Aceite de trufa, mmmm!!!! tiene sabor a tierra, que no suena apetitoso, pero believe you me, que lo es...


 El postre es la misma panna cotta que hicimos el otro día con las niñas a la que le agregué unas frutillas congeladas salteadas con un poco de azúcar. El risotto se puede hacer con cualquier tipo de callampas que se encuentre en el super. Vamos con la receta.



Shiitake, cebollines y vino blanco. Reeeeeco


Risotto de Shiitake
para 2 porciones generosas

1 bandeja de champiñones shiitake (o cualquier otro que se tenga mano)
1 cebollín rebanado fino
1 diente de ajo picado fino
1 cucharada de mantequilla
1 cucharada de aceite de oliva
100 gr de arroz grano corto
1/2 taza de vino blanco
1/2 litro de caldo de verduras (o pollo, o carne, mi esposo es vegetariano, así que sólo tengo de verduras)
50 gr de queso parmesano rallado
Sal y pimienta
Unas gotitas de aceite de trufa y unas hojas de albahaca

Poner a calentar el caldo para que hierva levemente.

En una olla, se pone a derretir la mantequilla con el aceite y el ajo. Antes que se queme el ajo, se agrega el cebollin. Cuando esté un poco transparente, se agregan los champiñones. Se dejan sudando un poco, y luego se agrega el arroz, para granearlo un poquito, como unos 5 minutos. Se agrega de una el vino blanco, y cuando el arroz lo absorba, se empieza a agregar el caldo (siempre caliente) a cucharones. Cuando el arroz chupe el caldo, se agrega más. Esto se hace por unos 15-20 minutos, hasta que el arroz esté al dente. El risotto tiene que quedar con una textura cremosa, pero "sopeada". Cuando esté cocido, se agrega el queso parmesano, y se aliña con sal (si es que es necesario, el caldo y el queso ya son bien salados) y pimienta. Se deja ahí un minuto para que se derrita el queso un poco, y se sirve en un plato hondo. Se adorna con algunas hojas de albahaca y unas gotas de aceite de trufa.



Mejor sola con un risotto, que mal acompañada


Monday, July 2, 2012

Trenza con crema pastelera (como la de las panaderías chilenas)

Acabo de despedirme de dos amigas que vinieron a hacer almuerzo (y comérselo) conmigo, pero este primer post no será de nuestra súper hamburguesa y panna cotta. Primero, porque teníamos tanta hambre, que nos devoramos las hamburguesas, y gastar un minuto más preparando la hamburguesa para sacarle fotos lindis era perder minutos preciosos de estar comiendo. Segundo, porque prometí que dedicaría este primer post a un blog donde amorosamente publicaron una receta que yo les pedí. Y tercero, porque mi cámara no tenía pilas, plop.



Quedó "más ye yico" como diría Ogú



En fin, esta receta es de una trenza dulce, de esas típicas que uno compra en las panaderías (en Chile por lo menos), con crema pastelera y esa textura como esponjosa como plumas dulces. ¡Mmmm! ¡quedó tan rica que la tuve que hacer de nuevo! Eso sí, la segunda vez la amasé un poco más y quedó mejor (aunque no le saqué fotos... ¡¡¡pilas!!!). Les dejo la receta que adapté del blog Espacio Culinario, donde están las medidas en gramos. Yo a veces prefiero en tazas porque mi pesa está metida entre medio de un cajón y me da lata desarmar el "tetris" de cuestiones que tengo guardado. Es lo que pasa cuando uno tiene una cocina que le quedó chica con tantos "gadgets" culinarios. Saco la pesa cuando es estrictamente necesario, por ejemplo, para hacer macarons.

Bueno, ojalá que disfruten la trenza tanto como yo.


Perfecto para un café en la mañana


Trenza Dulce
de Espacio Culinario
(1 trenza del largo de una lata de horno)

Masa:

2 tazas de harina
1 1/2 cdta. de levadura instantánea
1/6 taza de azúcar
1 pizca de sal
25 gr de mantequilla a temperatura ambiente
1 huevo
150 ml de leche entera tibia
1 cdta. extracto de vainilla


Crema pastelera

250 ml leche entera
2 yemas
1/4 taza de azúcar
1 cda. maicena
1 cdta. extracto de vainilla


Para la masa: Se mezcla bien la harina con el azúcar, la levadura y la sal con una cuchara de palo en un bowl grande. Se hace un hoyo como volcán al centro de la harina y se echa la leche tibia, los huevos, el extracto de vainilla y la mantequilla. Se empieza a mezclar con la cuchara de palo desde los bordes del volcán hacia el centro, y luego se sigue con la ayuda de las manos. Cuando esté todo más o menos mezclado, se vuelca en la mesada y se empieza a amasar, como unos 10 minutos, hasta que esté la masa lisa. Luego, se pone en el bowl, se cubre con plástico y se deja reposar 15 minutos en un lugar temperado. Pasado el tiempo de reposo, se divide la masa en 3 y se forma un "lulo", del largo de la lata de horno, con cada trozo. se unen los 3 trozos con un poco de agua y se trenzan sobre la lata previamente enmantequillada. Se deja subir como 1 hora (hasta que doble el volumen, mientras se prepara la crema) y luego se decora con la crema pastelera con la ayuda de una manga. Se pone en el horno a 180ºC por unos 30 minutos (que se vea dorada).

Para la crema: Se mezclan las yemas con la maicena y un chorro de la leche. Aparte, en una ollita, se pone a calentar el resto la leche, la vainilla y el azúcar. Cuando este tibio, se añade la mezcla de yemas, y se revuelve hasta que hierva, espese y pierda el sabor a crudo.


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